1. Desciende, Espíritu de amor,
Paloma celestial,
promesa fiel del Salvador,
de gracia manantial.
2. Aviva nuestra escasa fe,
concédenos salud;
benigno, guía nuestro pie
por sendas de virtud.
3. Consuela nuestro corazón
y habita siempre en él;
concédele el precioso don
de serte siempre fiel.
4. A nuestro Padre, celestial;
al Hijo, autor del bien,
y al Santo Espíritu eternal,
sea la gloria. Amén.